The following are the words I have asked to be read at my brother's funeral today just 24 hours after he passed away after a painful struggle with cancer:
"Thank you for coming today to pay your respects to my dear brother Julian. Please know that, although I am some 6,000 miles away, my heart is with you all, as will be my brother as he watches over this sad goodbye with curiosity and gratitude.
Julian’s relatively short life had more than its share of “downs”, but there were also many “ups”: his colourful if chequered career, his love of cars and his life in Spain all brought him much joy. But nothing can match his total love for his adoring wife, Susana, his lovely daughter, Johanne, and her equally lovely sister Rocío whose absence for so long broke his heart. In this love, he truly excelled.
Julian spent half of his short life in Spain and was indeed more Spanish than English: despite remaining an ardent Chelsea supporter, he was an equally ardent supporter of Real Madrid. My brother may have been no angel, but above all he was a loving, passionate and honest man. I only wish he could have cared for himself as much as he cared for Susi and his lovely girls. That his anger at his extreme and unjust treatment was too strong to allow him to find room for forgiveness meant that it literally ate him from inside. May his death be a lesson to those of us who harbour buried anger and resentment, because forgiveness, as I have found, is a gift to oneself, maybe more than for the person we forgive. Unaddressed, it is a poison we swallow, expecting the other person to die.
On behalf of my brother, I thank Susana and her wonderful family whose love, friendship and patience saw him through so many unhappy years. I too am extremely grateful to you all for everything that you have done for my brother: you will always be welcome in my home. In this I know that I speak for my family too. I ask you to care now for dear Susi whose heart is broken: help her find reason to find herself and reason to live beyond Julian’s passing. Susi, I love you and invite you to come and stay with us as soon as you feel ready to travel so that we can give back to you some of the undying love and comfort you gave to Julian for so long and now need for yourself.
I now wish to address Julian himself:
You are at peace now, my dear brother, and may God hold your hand and comfort you always. There are no places to hide anymore and no need to do so any longer. Now recharge your batteries and give yourself time to recuperate form the challenges of your journey in this life, as there will be another time for you to find what was missing in this life that called you home so abruptly.
Please visit us often and give us the comfort of knowing you watch over us who love you and mourn your loss. Let us feel your presence, your love and your playfulness; let us take solace in knowing that you are now happy and that we will one day be reunited when our time too is up; let us feel your warm, tight hug whose energy spoke a thousand words. Bless you Julian, you will be sorely missed and I love you very much."
The following is my imperfect attempt to translate it into Spanish:
Spanish version:
"Muchas gracias a todos por haber venido aquí hoy para presentarle últimos respetos a mi querido hermano, Julian. Por favor sepan que, aunque sea 6,000 millas de distancia de vosotros, mi corazón está con todos vosotros, como será mi hermano como él vela por este triste adiós con curiosidad y gratitud.
La vida relativamente corta de Julian había más que su parte de "bajas", pero también hubo muchos buen momentos: su carrera colorida y con muchos altibajos, su amor de coches y su vida en España le trajo mucha alegría. Pero no hay nada que a la igualdad de su amor total para su esposa adoranda, Susana, su hermosa hija Johanne y su hermana igualmente hermosa, Rocío cuya ausencia durante tanto tiempo le partió el corazón. En este amor, él se destaca verdaderamente.
Julian pasó la mitad de su corte vida en España y es que él fue más español que inglés: a pesar de seguir ardientemente el Chelsea, fue un hincha igualmente ardiente del Real Madrid. Sea que mi hermano no era un ángel, pero más que todo, era un hombre cariñoso, apasionado y honesto. Sólo deseo que podría haber atendido a sí mismo tanto como le importaba Susi y sus chicas encantadoras. Que su ira en su tratamiento extremo e injusto era demasiado fuerte para que pudiera encontrar espacio en su corazón para el perdón significa que literalmente se lo comió por dentro. Que su muerte sea una lección para aquellos de nosotros que albergan enterrada ira y resentimiento, porque el perdón, como yo lo he encontrado, es un regalo para uno mismo, tal vez más que para la persona que perdona: sin tratarlo, es un veneno que nos tragamos, esperando que la otra persona a morir.
En nombre de mi hermano, le agradezco a Susana y su familia maravillosa que el amor, la amistad y la paciencia lo vieron a través de años infelices tantos. Yo también estoy muy agradecido a todos vosotros por todo lo que habeis hecho por mi hermano: siempre serais bienvenido en mi casa. De este, sé que hablo para toda mi familia tambien. Vos pido que cuideis ahora querida Susi cuyo corazón está roto: ayudarla a encontrar razones para encontrarse a sí misma y la razón de vivir más allá de Julian pasar.
Susi, te quiero mucho y te invito a que venga y se quede con nosotros tan pronto como se sienta listo para viajar para que podamos devolverte algunos de los amor eterno y el confort que le dios a Julián por tanto tiempo y ahora necesita de ti mismo.
Quiero ahora dirigirme a Julian mismo:
Estás en paz ahora, mi querido hermano, y que Dios tome tu mano y te conforte siempre. No hay lugares para esconderse y no hay necesidad de hacerlo por más tiempo. Ahora recargue las baterías y darte tiempo para recuperarte forma los retos de tu viaje en esta vida, ya que habrá otra oportunidad para que encuentre lo que faltabas en esta vida que te llamó a tu “casa” de manera tan abrupta.
Por favor visítenos a menudo y nos das la tranquilidad de saber que velas por nosotros que te aman y lloran tu pérdida. Que sintamos tu presencia, tu amor y tu alegría; que tomemos consuelo en saber que estás contento y que algún día nosotros reunirán cuando nuestro tiempo se ha acabado; que sintamos tu abrazo cálido, apretado cuya energía se habló más que mil palabras.
Que Dios te bendiga Julian. Te echaremos mucho de menos y te quiero mucho."
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